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En España hay alrededor de 25 millones de viviendas construidas. Si cada una de ellas necesita una media de 30 kg de pintura para dar el toque de color a sus paredes, un rápido cálculo nos dice que hacen falta unas 766 mil toneladas para abarcar todos los hogares del país. ¿Qué ocurriría si se generalizara el uso de pinturas, pigmentos y barnices ecológicos? Sus bases naturales, carentes de productos químicos y metales pesados, redundan en entornos más saludables y respetuosos con el medio ambiente.

Ecopinttors es una empresa radicada en Guadarrama, Madrid, que promueve, con su trabajo, este cambio de orientación del sector. En el caso de sus responsables, la idea saltó desde la vida personal hasta la profesional. “La primera razón que nos llevó a tomar la decisión de trabajar con pinturas naturales es que nosotros somos consumidores ecológicos”, comienza a explicar Antonio Miguel, fundador de la empresa junto con su pareja, Petra Berzal. Sus convicciones del día a día se filtraron en el ámbito laboral, y tras tomar la determinación, buscaron marcas que les suministraran todo lo necesario, siempre con certificación.

“Empezamos con uno español y luego comenzamos a mirar fabricantes en otros mercados como, por ejemplo, el alemán”, recuerda Miguel. “Contactamos con algunos de ellos y, a pesar de las pocas expectativas que teníamos en un principio, 13 vinieron a vernos para contarnos lo que hacían”. De una primera criba pasaron a una segunda y al final, llegaron a un acuerdo con un único proveedor: “Les dijimos que bajaran sus márgenes a cambio de que nosotros también redujéramos los nuestros para llegar al máximo número de personas posible”. Y así ocurrió. De hecho, España es el país europeo en el que más pintura natural de paredes se vende.

Pinturas para personas con síndrome de sensibilidad química múltiple

¿Qué ventajas ofrece el uso de este tipo de pinturas frente a las convencionales? Lo primero es pensar en la salud. Un ejemplo lo ilustra perfectamente: “Hemos pintado la habitación de una persona con síndrome de sensibilidad química múltiple muy avanzado”, cuenta el responsable. Los materiales que se utilizan para colorear paredes en viviendas y oficinas despiden componentes orgánicos volátiles que afectan a la población y pueden provocar desde mareos hasta alergias, o intensificar las ya existentes, entre otros.

“Los niños hacen los colores de sus habitaciones con nosotros”

Las pinturas ecológicas certificadas sustituyen componentes como los derivados del petróleo o metales pesados con bases vegetales a partir de aceite de girasol, ceras de abejas, fécula de patata o extracto de amapola entre otros ingredientes. No contaminan en su proceso de fabricación ni de aplicación. Tampoco lo hacen durante su vida posterior. Todo ello las hace inocuas también para los más pequeños, razón por la que están permitidas para cubrir de colores juguetes para todas las edades. Los niños, por cierto, también desempeñan su papel cuando estos profesionales pintan su casa. “Los colores de sus habitaciones los hacen ellos con nosotros”, apunta Antonio.

Una abeja “certificadora”

La ausencia de componentes perjudiciales para la naturaleza en los productos usados por Ecopinttors, empresa que trabaja con banca ética, es una pasión y un desafío constante para sus promotores: “Vamos a hacer una colmena con ella, a ver si la abeja, que es muy exigente, la admite”. El responsable de la firma se refiere a un proyecto con un apicultor para recubrir el interior del espacio con pintura térmica ecológica, que aísla y permite mantener temperaturas constantes a pesar de los contrastes entre el interior y el exterior. Ecopinttors ya utiliza el tinte en viviendas y también en una bombilla encendida a modo de prueba.

La convicción de esta pareja y de los empleados de su empresa no acaba en el uso de pigmentos y pinturas certificadas. “Limpiadores profundos, disolventes… todo lo que usamos en nuestro trabajo son productos ecológicos”, apunta Miguel, que insiste además en que el fabricante elegido se preocupa de “compensar todas las emisiones de CO₂” que provoca. ¿Y cuando terminan? Lo recogen todo y lo limpian, con jabón ecológico, por supuesto, para seguir poniéndole color natural a la vida, en otro lugar.

Ecología en las paredes de Triodos Bank

Desde 1980, Triodos Bank ha financiado proyectos relacionados con la protección de la naturaleza y el medio ambiente en áreas como la agricultura y ganadería, alimentación, energías renovables, tecnología, conservación de la naturaleza y construcción sostenible. Además, todas las oficinas de Triodos Bank cuentan con pintura ecológica en sus paredes, lo cual minimiza el impacto de las pinturas en el entorno y permite una mayor calidad del aire para los empleados y clientes.

Fuente: https://www.somostriodos.com/